Cierto es que la mayoría de las traducciones que nos son encomendadas son para el día anterior... Pero por mucha prisa que corra, el traductor siempre tiene a su alcance a su mejor amigo, que gustoso le resuelve muchas dudas una y otra vez: el diccionario.
En el caso de la interpretación, el intérprete se encuentra solo ante el peligro, no dispone de tiempo para pensar. La clave del éxito reside en su preparación.
Es evidente que la interpretación requiere ciertas dotes naturales, tales como saber soportar mucha presión y una gran rapidez mental. Pero eso no lo es todo. El buen intérprete es ante todo una persona muy ordenada. No se puede interpretar de forma satisfactoria si uno desconoce el tema en el que versará la conferencia. Es esencial informarse previamente, y sacar textos paralelos para elaborar un glosario. Ni que decir tiene que el mejor de los casos es cuando nuestro cliente ya tiene su conferencia redactada y nos la entrega al menos un día antes para poder estudiarla.
Cierto es que si por ejemplo nos informan de que el tema versará sobre la pesca en España, lo lógico sería tener un glosario con el nombre de todos los peces... ¡y recen por que no les toque acuerdos jurídicos y financieros!
TRUCOS PARA LA INTERPRETACIÓN SIMULTÁNEA:
1)hablar bajito.
Los micrófonos son muy sensibles, y no se preocupe por no hablar demasiado alto. Su cliente le escuchará perfectamente. Además, le permitirá sortear un enorme obstaculo: taparse. Taparse es lo peor que le puede suceder a un intérprete. Ocurre cuando al hablar alto por el micrófono uno ya no escucha el discurso del orador.
2)la correcta colocación de los auriculares.
Lo ideal es escuchar al orador, y a sí mismo, simultáneamente. Si nos colocamos los dos auriculares, no podemos escuchar lo que decimos, y podremos cometer errores evitables, tales como los lapsus. Por ejemplo: "unas casa", "la señora John Smith", y un larguísimo etcétera.
3)Empezar a interpretar cuando el orador ya haya comenzado su discurso.
Si nos lanzamos nada más abrir la boca el orador, corremos el riesgo de tapar al orador. Recuerde que no se interpretan todas las palabras, sino las ideas.
4)Acabar las frases.
Nunca, y bajo ningún concepto, dejar un frase inacabada. Si uno pierde el hilo, tiene que conseguir arreglarlo, sea como sea.
5)El temido blanco.
Puede pasarle a cualquiera, incluso a los mejores profesionales. Con la experiencia, este miedo escénico va desapareciendo. En caso de quedarse en blanco, respirar hondo, e intentarlo de nuevo con la siguiente idea.
6)Contacto visual.
Raras son las cabinas totalmente opacas. Por lo general, suelen ser transparentes, y los oradores pueden observarnos en todo momento. Evitar mirar al techo, o poner muecas de incomprensión a lo que se dice en la reunión. Mirar al interlocutor ayuda a mantener la concentración.
7)Trabajo en equipo.
Raras son las veces en las que uno está completamente solo en la cabina. Se suele contratar a una pareja de intérpretes para que éstos se puedan relevar.
8)Comportamiento en la cabina.
Dado que no estamos solos en la cabina, debemos mantener una actitud de respeto irreprochable con nuestro compañero. Nunca hablar cuando el otro está interpretando. Si le ven dudar, es preferible escribir el término en un folio que dejaremos en el medio. También hay que evitar tics incontrolables como jugar con el bolígrafo, moverse brúscamente, etc. El micrófono recoge todos los sonidos de la cabina, ¡incluido el tic-tac de un reloj!
9)Llevar un bloc de notas.
Siempre. Aunque sea una interpretación simultánea y no consecutiva. El bloc es muy útil para apuntar números o nombres propios.
10)Nunca hay que dejar de practicar.
La única forma de perfeccionarse es mediante la práctica, por lo que debemos practicar todo lo posible, aunque estemos en casa. Una muy buena forma de prepararse es haciendo traducciones a la vista.
Y poco más. ¡Sólo me queda desearos mucha suerte!